Los orígenes de este sistema si pierden en la noche de los tiempos: las únicas fuentes que se tienen a disposición narran una historia que se remonta a la caída de la dinastía Ming (1644 d.C.).
Durante ese período, China vivía una de sus crísis recurrentes, lo que llevaría a la dinastía Ming a su fin, siendo sustituida por la estirpe manchuria Qing: caristías e inundaciones devastaban el país mientras la corrupción de los funcionarios ataban de manos al gobierno central. El imperio era débil y cuando las trupas manchurias atacaron al último emperador Ming, no quedó otra opción que el suicidio. Muchos no quisieron someterse a la voluntad de un soberano extranjero por lo que se organizaron en fraternidades secretas cuyo lema era “Fan Qing Fu Ming”: “derribar a los Qing y restaurar a los Ming”.
La reacción del gobierno no se hizo esperar: se inauguró una implacable persecusión con el propósito de ahuyentar a los herederos de la dinastía china. Entre las filas leales a la dinastía Ming, se encontraban dos hermanos que en aquel periodo operaban en la China del norte. Un día fueron descubiertos por las autoridades gobernativas y para esconder sus propias pistas tuvieron que dividirse. El hermano mayor, a pesar de las heridas graves, logró llegar cerca de Tian Jin, y allí encontró refugio en un templo budista.
Cuatro monjes cuidaron de él y apenas se recuperó, éste, en señal de gratitud, les enseñó a cada uno de los monjes un sistema diferente de lucha, adaptando el estilo de Lan Shou Men Pai a las actitudes de ellos. Pasado algún tiempo tuvo que abandonar el templo, prometiendo que regresaría para terminar de enseñarles. Algunos años después, el hermano menor pasó casualmente cerca del templo y vio los cuatro monjes ejercitándose en las técnicas del hermano. Cuando los monjes le contaron lo ocurrido, decidió agradecerles enseñándoles el uso de las cuatro armas tradicionales del Lan Shou Men Pai: el palo largo, la lanza, la espada y el sable. Los monjes cultivaron este sistema que, con el pasar de las generaciones se volvió más refinado y eficaz, hasta llegar a su forma actual. Hoy existen dos ramos principales de este estilo: la antigua rama del norte de la ciudad de Tian Jin, que después de la muerte del M° Xia Gui Sheng (VI° generación) en 1977, tiene como referencia al M° Li Rong Wei (descendiente de VII°); y la rama meridional, Lan Shou Quan, que deriba de la rama del norte pero que evolucionó autonomamente y está conectada directamente con el templo Shaolin del sur (Siu Lam).
La Técnica
El Lan Shou Men Pai o “Estilo de la mano que bloquea las puertas” utiliza, en su acción ofensiva y defensiva, las líneas de los tres sistemas internos tradicionales: Xing Yi Quan en la línea de ataque frontal, Ba Gua Zhang para las técnicas de evasión y el Tai Ji de la familia Yang para la distancia corta. El practicante debe ejercitar principalmente las técnicas de bloqueo del adversario a lo largo de las posibles orientaciones de ataque, llamadas “puertas”: cada golpe debe interceptar o evitar la acción ofensiva. El sistema incluye además técnicas de palanca y proyección (Qin Na), aprovechando la energía del adversario para provocar fracturas en las articulaciones o simplemente para bloquear e inmobilizar. La práctica de mano libre es completada con el estudio de la parte que deriba del sistema de Shaolin: el estilo Ba Ji Quan, el cual se caracteriza por técnicas de distancia larga, potentes y duras, que exigen una buena preparación física. El estudio de las cuatro armas tradicionales, la espada, el sable, el palo y la lanza, se fundamentan en lo pragmático: las formas son más cortas respecto a las de otros sistemas, pero contienen técnicas muy eficaces. Además del adiestramiento físico, el practicante debe, desde el inicio, aprender a dominar la propia energía interior a través del estudio del Qi Gong de la familia Li. Una vez alcanzado los niveles suficientemente elevados, se pasa a la aplicación marcial del Qi: camisa de hierro, fracturas (luego de un constante condicionamiento de las artes) y Dim Mak (el estímulo de los meridianos con finalidad marcial).